Mi madre, vaya leñazo se ha pegado la mujer en St. Maarten. El tema podría haber sido trágico, porque un golpe así, en la cabeza, suele tener consecuencias muy serias.
Independientemente de que el sentido común es el menos común de los sentidos, tampoco arruinaría a ciertos aeropuertos poner unos deflectores, porque más vale prevenir, que lamentar.
Saludos.
2 kg de cemento usaron para tapar el agujero que hizo con los piños, menudo bocado que le pego al murete.