21 de Noviembre del 2010
Montevideo, Uruguaya, Aeropuerto internacional Ángeles S. Adami
20 años pasaron desde que quise ser piloto, por diversos motivos, fueron muchas las veces en las que tuve que desistir de ingresar a la Fuerza Aérea Uruguaya, y mis ingresos, no eran los suficientes para financiar mi carrera como piloto Civil.
Tras la imposibilidad de desempeñarme como piloto, me dedique al área informática, llegando a ser un profesional en el tema, Administrador de redes, técnico en PC´s, Notebooks, Servidores, Datancenter´s, y muchos rolles más que esta profesión demanda.
Gracias a esta profesión, y la intensa atracción por el mundo aeronáutico, desde muy temprana edad comencé a practicar los conocidos simuladores de vuelo, llegando a ser prácticamente que un experto en la materia.
A los 21 años, más allá de la opinión de quienes conocían de mi hobby, era conocedor de muchos aspectos de la aeronáutica, pues en una vida virtual, se simula un 90% de la realidad.
Pero esto no es suficiente para alcanzar un sueño, simular, no alcanzaba, y gracias a que esta vez mis ingresos si lo permitieron, fui a una escuela y me anoté.
21-11-2010
Llego al Aeródromo Ángeles S. Adami, a las 16:00 horas, uno de los días más esperados de mi vida llegó el 21-11-2010.
Parecía que no llegaría, la Cámara de fotos no andaba, no tenía locomoción, Fui en Bicicleta por éste motivo y cuando la fui a sacar de su “Hangar” esta estaba tapada en polvo y sin Aire en sus ruedas, el tiempo corría, no podía inflarla, y bueno, tras una serie de acontecimientos en contra, Salí rumbo al aeródromo.
Con calor, cansado, pero llegué.
Al llegar me hicieron sentir como en casa, uno del los tantos hombres que allí estaban, dijo,
-Bueno, vengan para acá.
Así comenzó mi primer Brief real sobre un vuelo, la emoción, el nervio, la intriga del saber si me va a gustar o no, si tendré la valentía, si sabré algo, si saldrá bien, si tenía todos los documentos realmente, si estaba mareado o no lo estaba, si estaba viendo bien o mal, ya no sabía si yo estaba en condiciones dado el gran desgaste físico que me provocó la pedaleada.
Aún así, llego el momento, el Instructor tras explicar algunas cositas, noto que estaba Bien ilustrado en cuanto a lo teórico, y así procedimos.
El Cruce:
El cruce hacia el otro lado, más allá de la reja, al área de pilotos, uno de mis tantos ansiados momentos ya iniciaba, pasamos aquel cerco Rojo, solo para PERSONAL AUTORIZADO, ingresamos a la zona de pilotos, me registré como tal y…
Mi primer plan de vuelo:
Así es, muy similar al que suele completarse en IVAO, era un orgullo para mí conocer todo lo que se hablaba o solicitaba, no acreditaba lo importante que habían sido tantas horas de vuelo en un simulador y una red de vuelo.
Una vez completado el Plan de vuelo, mi instructor me dejo un rato solo y me dijo…
- Anda nomas, esperame en el Avión.
CX-BBR:
El avión estaba allí, esperándome, un Cessna C150, viejito pero bien conservado, acariciar su fuselaje, era espectacular, su temperatura, sentir mediante el Tacto lo que solo apreciaba en un modelo 3D por el monitor.
Realmente, era inexplicable.
Con una sonrisa de oreja a oreja, comenzamos el chequeo externo.
El Instructor explicaba cosas que ya conocía, pero que nunca había sentido de tal forma.
Realmente estaba realizando el Pre-chequeo que salvaría mi vida, y no que me dejaría ganar el juego.
Pa dentro.
Uff, eso si que me costo, entrar en la cabinita, pequeñita, pero muy confortable, ufff, pero que más, tocar todos los botones, mover palancas, BAJAR EL FLAPS!
Era impresionante, yo parecía un saco de nervios, todo me era familiar y aún así, el simulador ni se asemejaba a la vida real, estar ahí, a punto de usar todo eso para salir a volar.
Y lo más esperado, Inicio del motor.
No arranco!
El motor se quejo en el arranque, pero al segundo intento comenzó a emitir uno de los mejores sonidos de la tierra, haaaaaaaaaaaaaa, ya estábamos por salir.
Prendimos luces, pim pum pam, hablamos por radio, todo, todo como en el vuelo simulado, solo que esta vez, se movía, había viento, había gravedad.
En marcha:
Carretear, mirar por la ventanilla y ver a la gente mirando, como yo lo hacía antes, recorrer el taxiway REAL del aeródromo, sentir la vibración, el movimiento del todo, el aire, el paisaje, la verdad que no imaginaba que me gustaría tanto.
Al momento de virar a punto de espera, el avión seguía derecho, y le digo,
- Pero no esta girando, se acaba el taxiway
Al o que se me responde que el avión no dobla solo, y ahí, pues me toco a mi
Hicimos una prueba de motores, checklist, y pedimos ingreso a pista. 1207 era nuestro transponder, y la frecuencia de control era la 118.400
El vuelo sería en el denominado Sector 4, que abarca los bulevares, Santiago Vásquez, Barra santa lucía, y San José.
Autorizado ingreso y despegue de la 18:
Pero si es lo mismo que les digo yo cuando estoy en la torre de IVAO!
El momento más importante, donde uno se dice a si mismo, bueno Jorge, de acá ya no se baja.
Pusimos potencia, y sentimos ese movimiento, ese tambaleo, esa presión.
El avión comenzó a subir y BUM, en el aire señores.
En el aire señores:
Que maravilla, que vista, que sensación, que ganas de quedarme quieto y no mover ni un pelo, que ganas de que aterrizara, que ganas de que no doble más jaja, Totalmente inexplicable la contraposición entre disfrutar algo impresionantemente Hermoso y querer no disfrutarlo más por la extraña sensación que provoca, la gravedad, el peso del cuerpo, es algo tan, pero tan distinto que no hay palabras para describirlo a la perfección.
¿Pero que hace?
Agárralo, es tuyo, y ahí estaba yo, piloteando mi primer avión,
Todo era distinto, ya no me acordaba de manuales, ni de experiencia simulada, si bien mantenía las nociones básicas, ni siquiera movía mi brazo para ajustar las RPM ni nada, solo derechito tratando de que vuele derecho.
Si se me ladeaba, ya le daba para el otro lado y debido al exceso terminaba ladeado de este lado también, así hasta agarrarle la mano.
Guiña, Alabeo y CABECEO!
La guiña, se produce mediante el accionar del timo de dirección, correspondiente a los pedales que estaban bajo mis pies.
La pucha, parecía que mi cuerpo, y mis órganos se mantenían contra las paredes jaja, la inercia de mi cuerpo al movimiento generaba un movimiento extrañísimo jaja.
El alabeo también, poner mi cuerpo de costado arriba de un aparato que, por más que haya leído, me parecía que lo más seguro era volar derechito jaja.
Aún así, estaba buenísimo doblar, el cuerpo se “cae” y pesa un poco más.
Ahora tocaba el Cabeceo, arriba, una sensación de que en cualquier momento el avión se te va a descontrolar y vas a entrar en barrena,
Y abajo, hay hay hay, esta fue la peor de todas, cuando fuimos para abajo, el estomago subió hasta mi garganta, aguantando la respiración y el hombre que no enderezaba más el bicho, era Impresionantemente desesperante y a la vez estaba Buenísimo!!!
Jorge al mando:
Luego estuvimos virando para aquí, para allá, y debo reconocer nuevamente la gran destreza que me proporcionaron los simuladores, el Instructor intento desorientarme fracasando en cada intento, se asombro al verme ”mantener “ (Intentar mantener) un giro coordinado con alabeo, cabeceo y pedal intentando que no resbale ni derrape.
Se asombro al verme manipular el compensador, y la pucha, tenemos un piloto jaja!
Así estuvimos un buen rato, unos grandiosos 45 minutos.
Autorizado directo a BASE!
-¿Sabes que fue lo que se nos dijo? Pregunto mi instructor.
Si, que del circuito de transito tenemos autorizado BASE, tramo anterior a final.
Llegando a final hicimos un descenso sin motor y luego con motor, Baje el FLAPS en el AIRE jeje, cada pequeña cosita para mi era un logro, era magnífico, pero hohoooo, se viene el suelo señor!, acá si que lo dejo a usted…
Nononono, vamos los dos.
Tal cual lo leído y practicado cientos y cientos de veces, velocidad, aproximación, recogida, nivelado y Touch Down!
Primer aterrizaje en la 18 de SUAA, liberamos por Charlie, ¿sabes que es eso? Me pregunta, a lo que respondo, sí, es el Taxiwey que tenemos a izquierda.
Así llegamos a parking, dimos una vueltita y cargamos combustible.
La verdad es que fue una experiencia inolvidable que les quería compartir.
Recomiendo a toda persona, quiera o no ser piloto hacer un vuelito, porque es magnífico, es una experiencia de vida que no tiene nombre.
Gracias por leer esta pequeña historia de novato y bueno, mis saludos.
Gracias También a mi Instructor y a la Gente del aeroclub, quienes hacen que gente como yo, pueda alcanzar sus sueños.