No puedo menos que entrar, aunque sea un momento, para hacer una mención que no puede menos que significar un obligado tributo de reconocimiento y un merecido recuerdo para dos grandes artífices de la simulación aérea que decidieron volar mucho, mucho más alto.
Siempre tristes noticias las que suponen irrevocables y definitivas ausencias de quienes compartieron, en un tiempo, con todos nosotros, el hobby de la aviación virtual.
Me entristeció la noticia de la despedida de Heinz Dzuirowitz.
http://xplanereviews.com/index.php?/topic/281-goodbye-and-fly-high-the-passing-of-heinz-dziurowitz/Mucho antes de que existieran para X-Plane los carenados, los alabeos, o incluso los magníficos trabajos de nuestro querido compañero Awall86, y sólo existian aviones gratuitos y otros incomprensiblemente no gratuitos, que denostaban más voluntad que calidad en su desarrollo, ya existia un claro objeto de deseo encerrado en el hangar de Heinz Dzuirowitz. Eran (y son) aparatos muy bien elaborados, muy cuidados en su desarrollo, muy bien de precio para que fueran asequibles a todos, que se adaptaban perfectamente a X-Plane y que constituian un auténtico placer hacerlos y verlos volar.
Quién de los que podemos ya considerarnos históricos, o al menos viejas carrozas del X-Plane, no ha tecleado alguna vez myvirtualhanger.com?.
Sobre los hombros de Heinz, como de tantos artífices de aquellos tiempos, están los primeros despegues y la razón de ser de X-plane.
Hace también relativamente poco tiempo nos dejó Toni Agramont.
http://www.foroaviones.com/foro/simulacion/21762-fallece-toni-agramont.htmlDecir Toni Agramont es decir Flight Simulator. Dedicó los últimos años de su vida a poblar el mundo del FS con sus magníficos escenarios. Sus proyectos de Spain para FS no tienen parangón.
Con un poco de trabajo son adaptables a X-Plane mediante la utilidad FS2XPlane por todos conocida. El sobrevolar en X-Plane la catedral de Salamanca, la Basílica del Pilar de Zaragoza, las murallas de Ávila o la bahía de Cádiz es comprender por qué el nombre de Toni Agramont aparece en las estelas de condensación de los cielos virtuales de todo el mundo.
En fin, aunque fuera brevemente y desde la nostalgia, no podía menos que entrar y provocar un merecido recuerdo de reconocimiento a quienes fueron tan grandes artífices de la aviación virtual y, durante otro tiempo, compartieron con todos nosotros la pasión por volar.
Cielos Azules para los dos.
Descansen en paz.